donde no hay
consuelo ni ascensor,
el desamparo y la
humedad
comparten colchón.
Y cuando por la calle pasa
comparten colchón.
Y cuando por la calle pasa
la vida como un
huracán,
el hombre del traje
gris
saca un sucio calendario del bolsillo
y grita:
saca un sucio calendario del bolsillo
y grita:
¿Quién me ha robado el mes de
abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
¿Quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón,
donde guardo el corazón.
Lo guardaba en el cajón,
donde guardo el corazón.
La chica de BUP
casi todas
las asignaturas suspendió,
el curso que preñada
aquel chaval la dejó.
Y cuando en la pizarra pasa
lista el profe de latín,
lágrimas de desamor
ruedan por la página de un bloc.
Y en él escribe:
las asignaturas suspendió,
el curso que preñada
aquel chaval la dejó.
Y cuando en la pizarra pasa
lista el profe de latín,
lágrimas de desamor
ruedan por la página de un bloc.
Y en él escribe:
¿Quién me ha robado el mes de
abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
Pero, ¿quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón,
donde guardo el corazón.
¿Cómo pudo sucederme a mí?
Pero, ¿quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón,
donde guardo el corazón.
El marido de mi
madre
en el último tren se largó,
con una peluquera
veinte años menor.
Y cuando exhiben esas risas
de instamatic en París,
derrotada en el sillón
se marchita viendo Falcon Crest
mi vieja, y piensa:
en el último tren se largó,
con una peluquera
veinte años menor.
Y cuando exhiben esas risas
de instamatic en París,
derrotada en el sillón
se marchita viendo Falcon Crest
mi vieja, y piensa:
¿Cómo pudo sucederme a mí?
¿Quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón,
donde guardo el corazón.
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