miércoles, 29 de abril de 2015

El derecho al delirio (E. Galeano)

En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos por un ratito? ¿Qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia para adivinar otro mundo posible?

El aire estará limpio de todo veneno que no provenga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;

en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;

la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por el ordenador, ni será comprada por el supermercado, ni será tampoco mirada por el televisor;

el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia y será tratado como la plancha o el lavarropas;

se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;

en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;

nadie vivirá para trabajar pero todos trabajarán para vivir;

los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;

los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;

los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;

los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;

la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;

la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;

la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;

nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;

los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;

los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;
la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;
la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;

la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;

la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»;

serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;

los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados porque ellos se desesperaron de tanto esperar y ellos se perdieron por tanto buscar;

seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de belleza y voluntad de justicia, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;

seremos imperfectos porque la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo, en este mundo chambón y jodido, seremos capaces de vivir cada día como si fuera el primero y, cada noche como si fuera la última.

Eduardo Galeano

miércoles, 22 de abril de 2015

Agua

Que el diluvio se lleve la tristeza,
que la lluvia libere los miedos,
que el agua borre las penas.

Que el río arrastre los odios,
que el agua empape la tierra,
que destruya todos los muros...
que llene de vida el planeta. 

@_nataliazapa

sábado, 18 de abril de 2015

Trozo de vida

Si Dios te obsequiara un trozo de vida,
pintarías el cielo con una sonrisa,
secarías mis lágrimas con tu mirada
y llenarías la plaza del barrio con tu alegría.

Si Dios entendiera que todavía no ha llegado
el momento de tu viaje a otra vida,
ese que todos los hombres hemos de emprender algún día,
encenderías una vela con tus ganas de vivir
y apagarías la tristeza con tus manos.

Si Dios te diese un trozo de vida,
aprovecharía cada momento a tu lado,
siempre tendría una sonrisa en mi cara,
y nunca saldría de mi boca una mala palabra.

Si Dios te diera un trozo de vida,
te gritaría desde lo alto de una montaña que te quiero,
pararía el tiempo por un instante
y te daría el abrazo más grande que jamás te di.

He aprendido tantas cosas de ti…

He aprendido que la vida es un regalo que Dios
hizo al hombre, no para guardarlo en un cajón sino para
sacarlo a la calle y disfrutarlo cada día.

He aprendido que si no tienes a nadie a quien amar
y nadie que te ame, nada tiene sentido.

He aprendido que en la vida hay pocas cosas importantes:
que de nada te sirve tener dinero, una casa o un coche
si no tienes con quien disfrutarlo.

He aprendido que a pesar del dolor, de la enfermedad y
del miedo, merece la pena levantarse cada día
y disfrutarlo como si fuera el último.

He aprendido que lo que queda de las personas
que pasan por nuestra vida no es lo que nos dieron,
ni siquiera lo mucho que aprendimos de ellas,
sino lo que nos quisieron y nos hicieron quererlas.

@_nataliazapa 
 
 

 


miércoles, 15 de abril de 2015

¿Quién me ha robado el mes de abril? (J. Sabina)

En la posada del fracaso
donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad
comparten colchón.
Y cuando por la calle pasa
la vida como un huracán,
el hombre del traje gris
saca un sucio calendario del bolsillo
y grita:
 

¿Quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
¿Quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón,
donde guardo el corazón.
 

La chica de BUP casi todas
las asignaturas suspendió,
el curso que preñada
aquel chaval la dejó.
Y cuando en la pizarra pasa
lista el profe de latín,
lágrimas de desamor
ruedan por la página de un bloc.
Y en él escribe:

¿Quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
Pero, ¿quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón,
donde guardo el corazón.
 

El marido de mi madre
en el último tren se largó,
con una peluquera
veinte años menor.
Y cuando exhiben esas risas
de instamatic en París,
derrotada en el sillón
se marchita viendo Falcon Crest
mi vieja, y piensa:
 

¿Quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
¿Quién me ha robado el mes de abril?
 
Lo guardaba en el cajón, 
donde guardo el corazón.

Joaquín Sabina



jueves, 9 de abril de 2015

La luz de las mariposas

Corría el año 97 o 98, yo estaba en 1º de BUP y en clase de literatura empecé a cogerle el gusto a la poesía. Fue en ese curso, cuando escribí uno de mis primeros poemas, de título: "La Luz de las mariposas".
 
¡Oh mariposas que inspiráis los versos más hermosos a quien por belleza os tiene, no apaguéis vuestra hermosura por un capricho estudiantil.

Seguid radiantes para ayudar en la búsqueda de la belleza interior al joven que busca la libertad donde no la hay.

Dejad paso a vuestra humilde inocencia, que unida con la luz que emanan vuestras alas, borrarán el tenebrismo de esta fúnebre noche.

Encended el candil de vuestra inagotable hermosura, prestad a mis pobres versos la belleza que vosotras irradiáis.

No os alejéis de mi triste corazón, pues teme que vuestro calor se esfume y se aleje dejando su ansiada estela.

Acogedlo con vuestras esbeltas alas para que en la tenue noche que se acerca no se sienta solitario.


Cantad, por favor, la música de la pasión, que suenen los violines de la tarde que concluye, que lleguen hasta mi humilde corazón.

Traed la calma a las funestas tempestades que llenan mi alma de pensamientos y deseos que carecen de emoción!

@_nataliazapa 



lunes, 6 de abril de 2015

Empezando la aventura

Somos quienes somos por muchas razones...

La vida y sus circunstancias.
Las heridas y sus cicatrices.  
Las personas que aparecen, que pasan, que se quedan en nuestro camino, que van y que vienen, que, simplemente, están.
Los lugares que pisamos, las ciudades que conocemos, los pueblos que visitamos.
Las experiencias que vivimos. Las vidas que soñamos.

Muchas de esas circunstancias, personas, lugares, experiencias y sueños adquieren una nueva dimensión en los versos, en los poemas; y con esa intención nace este blog... con la idea de poner letra a las circunstancias, personas, lugares, experiencias y sueños que yo he vivido, que yo he tenido, que yo tengo y que tantos y tantos poetas, escritores, artistas vivieron antes o viven ahora.

Algunos poemas serán míos, otros tuyos, otros de ellos... pero todos nuestros. Porque la poesía no sólo pertenece a quien la escribe, sino que es también de quien la necesita.

Así que pasa y quédate... un rato o el tiempo que quieras. ¡No tengas prisa! Este blog también es tuyo.